En esa línea, y partiendo de la necesidad de repartir el trabajo y la riqueza, proponemos, como mínimos alcanzables:
REPARTO DEL TRABAJO
- Reducción de la jornada laboral semanal a 30 horas, sin reducción salarial.
- Prohibición del pluriempleo y de de las horas extraordinarias salvo las que se deriven de catástrofes naturales.
- Cese de las prácticas gratuitas y similares en las empresas: todo trabajo debe ser remunerado dignamente.
- Fijación de la edad de jubilación a los 55 años y prohibición de la
permanencia en el puesto de trabajo una vez superada esa edad.
- Aumento del período de vacaciones a 31 días laborables anuales y del permiso de maternidad-paternidad a los 3 primeros años.
REPARTO DE LA RIQUEZA
- Aumento de la cobertura de la prestación por desempleo. Tanto en período de cobertura como en la cuantía de la prestación.
- Cobertura universal de los trabajadores y trabajadoras en paro, que
agoten su prestación o no tengan derecho a ella, mediante un ingreso
que le permita satisfacer sus necesidades básicas.
- Cese de las prácticas gratuitas y similares en las empresas: todo trabajo debe ser remunerado dignamente.
- Fijación de la edad de jubilación a los 55 años y prohibición de la
permanencia en el puesto de trabajo una vez superada esa edad.
- Eliminación del negocio de la “formación para el empleo” del que.
se benefician “sindicatos” y empresarios, destinando los recursos al
sistema público de formación profesional.
- Aumento del período de vacaciones a 31 días laborables anuales y del permiso de maternidad-paternidad a los 3 primeros años.
- Eliminación de los contratos precarios de formación y prácticas, fomento del empleo, contratos temporales y precarios.